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Tendemos a percibir nuestro cuerpo y organismo como algo estático, sólido y casi inmutable. Cuando en realidad nuestro cuerpo se encuentra en constante movimiento, cambio y transformación.  

La ciencia Ayurvédica nos aproxima a la idea holística y natural que nuestro SER se conforma a raíz de la combinación de 5 elementos y tres funciones básicas: movimiento, metabolismo y estructura. El equilibrio y armonía de estas energías, Doshas, determinará nuestro estado de salud.

Ayurveda y salud

La ciencia Ayurvédica es una antigua tradición hindú que significa “la ciencia de la vida”. Si la paragonamos con occidente sería el sistema médico tradicional de la India. Aunque haya muchas diferencias, una de las principales que me gustaría recalcar es la siguiente: el concepto de SALUD.

Para occidente, el concepto de salud se resume a una falta o ausencia de enfermedad. Se presupone qué si no estamos enfermos, no tenemos síntomas, nos encontramos con salud. Para oriente no es tan así. El concepto de Salud para la medicina Ayurvédica se traduciría como equilibrio, armonía o belleza.

En este sentido y al ser una ciencia “hermandada” con el Yoga, vemos a las personas no sólo desde su aspecto físico, si no que para determinar su estado de equilibrio – salud tenemos en cuenta su estado energético mental, emocional y espiritual a parte del estado físico. De hecho, el cuerpo físico es la última capa dónde se exteriorizan los desequilibrios manifestados en los cuerpos anteriores.

Teoría Tridoshas

Esta teoría se basa en la existencia de los cinco elementos presentes en la naturaleza y en nuestro cuerpo como una extensión de ella. Los 5 elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter o espacio tienen una vibración o cualidad determinada, cuando se combinan entre sí crean los 3 doshas principales: Vata, Pitta y Kapha.

Imagen: fuente Pinterest – gomassage

El ayurveda nos dice que cada uno de nosotros poseemos una combinación diferente de estos elementos lo que da lugar a una constitución determinada Prakruti.

Estos doshas o elementos se encuentran presentes en nuestro cuerpo físico y en cada órgano de nuestro cuerpo y aunque en un órgano determinado prevalezca una cualidad todos los elementos están presentes en diferentes proporciones y estados.

Esta teoría manifiesta las tres funciones básicas de la creación: toda existencia debe primero crearse, mantenerse y transformarse.

Vata: está vinculado al sistema nervioso y por lo tanto abarca todas las zonas del cuerpo. Se asocia al movimiento que es la cualidad innata de sus elementos. Es importante comprender también que no hablamos sólo del cuerpo físico, sino de todos los cuerpos que engloban nuestra existencia.

Pitta: controla el metabolismo, la combustión. No sólo a nivel digestivo si no por ejemplo también se vincula con el sistema circulatorio, el hígado, la rabia, enfado, etc.

Kapha: se asocia a la estructura y la humedad. Todo lo que se refiere a la materia física, tejidos, huesos, articulaciones, etc. un desequilibrio típico de kapha son los estados de congestión, la sinusitis, alergias, etc.  

Dentro de cada dosha, existen una subclasificación que son los subdoshas. Los cuales nos brindan una información más precisa sobre nuestra propia naturaleza y los desajustes que podemos tener a lo largo de nuestra vida.

El equilibrio es salud

En el día a día nuestro cuerpo necesita estar constante adaptación. Necesitamos adaptarnos al entorno, a las estaciones, a los alimentos que ingerimos, a las emociones que vivenciamos, al stress de nuestro trabajo, etc.

Mantenernos en equilibrio implica flexibilidad frente al cambio.

Conocer nuestra constitución nos ayuda a mantenernos en un estado de equilibrio. Al ser flexibles ante el cambio y buscar los recursos adecuados para responder ante él con el menor stress posible.

Por ejemplo, si mi Dosha dominante es Pitta y sé que mi sistema digestivo es fuerte y bueno, intentaré no abusar de él. Si he comido demasiada comida picante, caliente o alimentos ácidos, intentaré compensar con alimentos más calmantes para no terminar sufriendo acidez estomacal, ardores o inflamaciones en la piel.

Esto a priori puede parecer bastante obvio y lógico, pero muchas veces abusamos de nuestras capacidades y nuestro cuerpo se termina resistiendo. Otras veces por desconocimiento o simplemente porque no nos lo cuestionamos elegimos trabajos, alimentos, relaciones, espacios que alteran nuestra constitución. No nos damos cuenta el daño que nos hacen y el desequilibrio que nos genera hasta que una enfermedad se manifiesta.

Para mí la clave está en escucharnos y cuidar la naturaleza de nuestro cuerpo. Detenernos y observar realmente lo que nos hace bien, lo que nos genera salud, alegría, optimismo, felicidad. Desde un alimento hasta una relación, un trabajo, el espacio dónde vivimos, etc. Todo influye en nuestro cuerpo y nuestro equilibrio estamos en constante diálogo y reajuste con el marco y micro cosmos que somos.

Al fin y al cabo, estar en salud es darnos más de aquello que nos hace bien.  

Imagen creada por abanicodeseda.tumblr.com fuente Pinterest